sábado, 5 de marzo de 2011

Oda al ser perdido



El número de muertos en accidentes de tráfico durante 2010 en España fue de 1.730. Demasiadas vidas sesgadas por la carretera que dejan a familias y amigos desolados por la perdida. Números que si no te tocan son eso, solo números. Pero cuando se vive la tragedia de cerca, el alma se rompe. Este es una pedacito de la mía hecho poema. Porque yo también perdí un amigo, y no hay cifra que represente eso...

Hoy no saldrá el sol,
ni el amanecer...
¡No lo puedo permitir, no!

Ni lucirán las estrellas en la noche
ni navegaran las aves entre el azul del cielo.
No habrá poemas, ni versos, ni sonrisas...
¡Todo será pasto del silencio!

Solo su recuerdo no se extinguirá.
Solo su recuerdo.
Y se apagaran bajo el manto oscuro de rubíes
los grandes luceros que hay en la orilla del mar.

Hoy es día de luto. Nos ha dejado
una valiosa pieza de este puzzle que es el mundo,
de este retrógrado sistema que es la humanidad.

¡Dios mío! ¡Dios del cielo y de la Tierra!
Detén el tiempo, el reloj, el latir del minutero...
y llévame a mi primero.

En el océano divino,
aquel que no aparece en los peores pensamientos,
enrolaste en tu barco un erróneo pasajero.
Devuélvenos a nuestro amigo
tu que todo lo puedes,
y llévame a mi primero.

¡Maldito hechicero! ¡Maldito tú que con embustes
te lo llevaste a el primero!
¡Te maldigo a ti y a los ángeles del cielo!

¡Te maldigo a ti, a los accidentes
y al gran caballo alado
que se llevó a nuestro hermano
mientras el cielo se cubría
con el sucio asfalto de la carretera...

¡Dios mio! Su destino está en tus manos!
¡Devuélvenos el bien que te has llevado!
¡Devuélvenos a nuestro hermano!
senovi.
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