martes, 15 de febrero de 2011

El poema de san Valentín: Historia de un cometa.

  HISTORIA DE UN COMETA


Dubith era un cometa,
joven, audaz y veloz.
Caballero solitario y
centinela del reino de Dios.

Día tras día, con su cola recorría
un montón de años luz.
Evitaba conflictos espaciales
y conocía mil lugares
desde el norte hasta el sur.

Una noche, paseando libremente
entre las rocas de Marte,
vio una luz poderosa
que parecía llamarle.

¿Qué será esa luz hermosa?
¿Tal vez la luz del Sol?
Lo cierto es que todo está oscuro
y me han dicho que en la noche
no trabaja ese señor.

Se acercó rápidamente
con curiosidad y misterio
y al ver la Luna tan preciosa
pensó que tal vez era un sueño.

- Buenas noches, linda estrella,
yo soy Dubith, el cometa.
Trabajo para el Rey Dios
vigilando sus planetas.

- Buenas noches, caballero,
soy satélite y no estrella.
¿Qué hace un marinero
del ejército del cielo
paseando en un jardín
que pertenece a mi reino?

- Perdóneme, princesa Luna,
pero al verla percibí,
que entre todas estas rosas,
usted que sin duda es más bella
tiene que ser para mí.

Y la Luna sonrojó de tal manera,
que su Aurora Boreal
hizo florecer el jardín
más que al llegar primavera.

Pero de pronto, su rostro se enfrió
como el blanco marfil
y su tez se hizo de cera...

- ¡No! ¡Recuerda que en nuestro mundo
no permiten a las princesas
casarse con centinelas!

- Un momento que ahora vuelvo
(dijo Dubith a la Luna)
- ¡Voy corriendo a ver a Dios
para pedirle su ayuda!

Pero volvió tristemente
y con mil llantos chilló:
-Dice que soy su mejor centinela,
que cuide del cielo y sus tierras.
Eso es lo que Él me ordenó.

Y comenzó a chillar
maldiciendo a los dioses,
a los vientos y al mar.

Y gritó fuertemente
mientras su luz se apagó.
Pensó mejor estar muerto
que quedarse sin su amor.

Y desde entonces,varias veces al año,
la luna se viste de seda negra
al recordar a su amor.

Y mientras el Ser Humano habla de eclipse,
ella recuerda con su luto
todo su inmenso dolor.
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