miércoles, 15 de diciembre de 2010

El fin del mundo

Tengo un amigo que opina que el fin del mundo está cerca. Hay muchas corrientes que reinterpretan desde un punto de vista new age antiguas profecías astronómicas primitivas. De este temor universal que cada vez toma más cuerpo han bebido películas como "2012" o libros como "El testamento Maya" que han multiplicado de manera exponencial este conjunto de malos augurios. Sería un hipócrita si dijera que creo en el fin del mundo o en un gran apocalípsis, pero no es así. Lo que si que creo es que el mundo en el que vivimos, sobre todo desde el aspecto económico, tiene fecha de caducidad.
Las previsiones más optimistas sobre el petroleo (el mayor motor económico que impulsa el mundo) dan una vida aproximada a su explotación de 20 o 30 años como máximo. Parece que las energías renovables no serán suficiente para tapar su "perdida".
El sistema capitalista, que es el que gobierna en un 80% del planeta tiene los días contados, no pude ser que los países que no aumentan su PIB entren en recesión.
Tampoco tiene muy buena pinta el euro, que hay muchas previsiones que le dan menos de una década de vida. Ha caído Grecia, seguida de Bélgica, Portugal va por el mismo camino, la seguirá España, Francia... un efecto dominó que, o nos convierte en esclavos de nuestra economía (cada vez debemos más) o hará que se parta la baraja y volveremos a una situación similar pre-euro, cada uno a su bola...
Y la gente lo sabe. Esta quemada. Ve que la cosa no pinta bien y no tienen donde agarrarse. Las cajas han empezado una campaña de "sálvese quien pueda" y han empezado a fusionarse a marchas forzadas. En breve quedará La Caixa y Caja Madrid y el resto agonizarán lentamente en el lodo (las nuevas fusiones han empezado con perdidas así que... yo no pondría mucha esperanza en ellas...). Este último trimestre de 2010 es el que menos pisos se han vendido en los últimos años, y paradójicamente estamos en el punto más alto de pisos "en venta". Hoy viene en la mayoría de diarios la noticia de que los bancos están atragantándose de tantos pisos embargados y han empezado a ofrecer descuentos de hasta un 60% en la cartera que gestionan sus propias entidades (ni que decir tiene que los particulares y otras inmobiliarias se comerán los mocos hasta nueva orden...)

Viendo el percal, quizás un cambio sea de agradecer. Se acerca Navidad, si escribís la carta de los Reyes, más vale que pidáis que la cosa cambie o nos petará en las narices más fuerte si cabe...
senovi.
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