Todos conocemos el cuento, o como mínimo la moraleja. Si hemos encontrado la gallina, conformémonos con un huevo diario y no matemos a la gallina cegados por el afán de multiplicar su rendimiento. Aquí llevamos escuchando esta historia toda la vida, aunque no tengo ni puñetera idea si en Estados Unidos tienen un cuento equivalente. Si es así, supongo que Don George Lucas se la ha pasado por el forro. Desde el 25 de mayo de 1977, fecha en que se estrenó La guerra de las Galaxias, el universo Star Wars ha crecido de manera exponencial. No solo se han estrenado seis entregas cinematográficas de la saga, sino que se han producido películas y series para televisión, novelas, cómics, docenas de videojuegos, convenciones e incluso conciertos. A todo esto se ha de sumar el merchandaising: camisetas, carteles, juegos de mesa, cromos, figuras y un largo etc.
Cualquiera en su sano juicio pensaría: Vale. Se acabó. Ya tengo suficiente pasta para vivir del cuento durante 1.600 o 1.700 años más. Detente antes de que se vaya todo a tomar polculo y me pete en las narices. Pues no. Parece ser que tras confirmar que a partir de 2012 se volverán a estrenar las seis películas (eso sí, adaptadas a los tiempos que corren, es decir, en 3D), han aparecido en varios medios de comunicación (yo lo he leído en ABC) rumores de que el director ha decidido expandir la saga en una o dos trilogías más a estrenarse a partir del 2018 y autofinanciadas con el dinero que piensa generar con los pases en 3D antes citados y la venta de DVD y BLU-RAY.
¿Será este el fin de Star Wars? ¿o por el contrario al dar a conocer la saga a nuevas generaciones seguirá la gallina dando huevos sin parar durante las próximas décadas? Espero que como mínimo tenga un poco de decencia y no haga una continuación tan vergonzosa como la que filmó con su socio Spielberg en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal...
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