lunes, 18 de octubre de 2010

Due Diligence

Las cortinas de humo están a la orden del día. Hay una película de Barry Levison de 1997 que resume exactamente en que consiste esta frase hecha: cuando pillan al Presidente de Estados Unidos en un escándalo de faldas y la prensa empieza a cebarse con él, su gabinete decide sacarse de la manga una guerra ficticia para que deje de hablarse de su affaire y tanto la prensa como el ciudadano americano centre sus iras en otra dirección.
Aquí llevamos tiempo sufriendo esos mecanismos por parte del gobierno. Cuando estábamos plenamente sumergidos por la crisis, en España no se hablaba de otra cosa que de la gripe A. Luego resultó ser un fiasco mayúsculo. Nos acojonaron con la posibilidad de una pandemia mundial y luego resutó que era infinitamente más benigna que la gripe normal. Pero esto es una constante en todos los gobiernos, no vamos a descubrir ahora nada nuevo…
Esta mañana, los periódicos deportivos, se han centrado en desglosar la asamblea de compromisarios que vivió ayer el F.C. Barcelona. Entre los puntos del día se ha dado mayor difusión al referente a la “Due Diligence”. Para el que no sea demasiado docto en este tema, recordar que cuando Sandro Rosell tomó posesión de su cargo este verano se comprometió a realizar varias auditorias internas con el fin de poner al día el estado real del club: desde los aspectos legales hasta el estado de cuentas de la entidad. (Lo que se suele decir: levantar la alfombra para ver cuanta mierda hay debajo). El resultado de las mismas se había filtrado a cuentagotas durante las últimas semanas, pero a partir de hoy, están a disposición de cualquiera los datos, donde se puede ver como la junta de Joan Laporta dilapidó durante su mandato las arcas del actual campeón de Liga. Estos son solo algunos ejemplos:

318.000 euros en Gastos de tarjeta VISA de directivos no justificados o no vinculados a la actividad. (Mira que es feo eso de colar como gastos de empresa las pelis guarrillas en el hotel durante los desplazamientos…)
898.000 euros en entradas para Champions, Final Four y U2, de las cuales ninguna fueron a parar a socios (yo también quiero ser colega de esta gente, partidos por la face y en primera línea. El socio que lo vea desde casa que pa eso se está más calentito)
576.000 en caterings varios durante los encuentros en el Camp Nou (se han puesto moraos de canapes los cabritos del palco)
2.650.000 en espionajes a socios, periodistas, 'vices' y personas externas (vaya mafia colega, así si saben por donde cogerte de los huevos tienen un arma por si les llevas la contra…)
656.000 en seguridad personal de Laporta (¿A quien tenía contratado? ¿A Chuck Norris?)

En fin, que durante el mandato de la antigua junta y coincidiendo con ser el periodo más laureado en la historia deportiva de la entidad, el Barça fue “una casa de putas” en toda regla. Como mola esto de las cortinas de humo… No hay nada como un par de Champions y varias Ligas para tapar cualquier tejemaneje.

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