miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Y si lo dejo?

Preguntas. El mundo se mueve con preguntas. Preguntas que nos impulsan, que nos hacen pensar, que nos divierten, que nos conmueven... las hay que son brutalmente mediáticas: ¿Por qué no te callas? (Como le espetó el rey a su colega Chávez); unas se convierten en nuestro argot diario por pura casualidad: ¿Quien me pone la pierna encima para que no levante cabeza?; las hay que solo se pueden contestar estando jodídamente borrachos: Si me masturbo sin ganas ¿Es violación?; hay preguntas sin respuesta: ¿Existe Dios? Y otras que mejor no conocerla: No tendrás ladillas, ¿verdad?; sin embargo, hay un pequeño grupo (Y suelen ser las que empiezan por ¿Y si...?) que hacen que te replantees toda tu existencia a partir de un pequeño detalle: ¿Y si mando a tomar polculo este trabajo de mierda? ¿Y si antes de que se baje del tren le pido el teléfono? ¿Y si salgo por fin del armario? ¿Y si... lo dejo?

En lo que llevamos de 2010 ya han sido asesinadas a manos de sus parejas 58 mujeres en España. El gobierno propone múltiples soluciones para erradicar la violencia de género en nuestro país o como mínimo reducirla (Y sin duda llegan tarde y no funcionan, ahí están los 5 millones de euros que se ha dejado el Ministerio de Igualdad en las dichosas pulseritas GPS para maltratadores y solo hay una que funcione actualmente en Barcelona según La vanguardia), aunque el único cambio se ha de producir en nuestro interior, hemos de cortar de raíz con el problema. Según datos publicados ayer por este diario, las víctimas de violencia de género tardan en denunciar a sus parejas una media de 14 años, un periodo en el que se convive con las vejaciones, el maltrato físico y el psíquico. Siempre hay preguntas (en este caso tocapelotas) que te hacen ir retrasando tu decisión ¿Que pasa con los niños? ¿Cómo me mantengo si solo sé llevar mi casa? ¿Dónde voy a vivir? ¿Qué pensaran de mi?. El problema para estas 58 víctimas es que la respuesta llegó demasiado tarde y de la peor forma.

Esta es la historia real de Susana R. Ama de Casa, 47 años, dos hijas. Vivió durante trece largos años con un hijoputa que le hacía la vida imposible, a ella y a las pequeñas, por su adicción al alcohol. Finalmente, y en contra de sus ideales y prejuicios se preguntó ¿Y si lo dejo?. Susana murio de cáncer 2 años más tarde, rodeada de amigos y familiares, en una cama del hospital de la Vall d´Hebron, sabiendo que había echo lo correcto, con una sonrisa en los labios recordando la cara de su marido el día en que se presentó con tres amigas en casa y dijo que se marchaba. Dicen que en una de sus últimas voluntades pidió que escribieran en su lápida: Aquí yace Susana R. Una mujer libre.

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