viernes, 17 de septiembre de 2010

A todos se nos pasa el arroz

Hoy voy a hablar de George Clooney (alias Doc, alias soy tan guapo que a veces doy un poquito de asco, alias espero que no se me caiga el boli al suelo porque como me agache me rompo). Para el que no lo conozca, he de decir a su favor que es el del anuncio de la Nespresso, anteriormente salía en campañas de Martini, posiblemente en unos años nos ofrecerá la posibilidad de gastarnos el dinero en compresas para pérdidas de orina como hace ahora Concha Velasco.

Este finde se estrenan cinco películas. Dos que no va a ver ni Dios (La Yuma y Contracorriente), otra que sólo verán adolescentes hormonados con ganas de ver cuerpos sudorosos bailando (Step Up 3D,), la última de la superestrella infantil Selena Gómez (que ya ha desbancado a otro éxito adolescente como Hannah Montana) y El Americano, una de intriga al estilo de las pelis europeas de espías de los años 70 de mi colega Clooney.

El cine ha muerto. Sí, el CINE, con mayúsculas. El 90% de las películas que se estrenan cada año son remakes, spin-offs, continuaciones de sagas, adaptaciones de novelas y video juegos... la creatividad del guionista medio ha desaparecido, dejando paso a productos prefabricados sólo para amasar millones y protagonizados por pseudoestrellas, ya que las mentes pensantes han emigrado a la televisión (al menos la calidad de las series ha aumentado exponencialmente a la decadencia cinematográfica). Por eso esta semana, si tienes algo de pasta, te recomiendo ver la última de mi amigo George Clooney, una de las últimas estrellas “auténticas” que quedan. Si, ya sabemos que se le ha pasado el arroz, pero... ¿Y a quien no?

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