El hombre, y cuando digo hombre no me refiero a el ser humano, sino al machote, al tío, al HOMBRE con mayúsculas, vive en constante lucha contra si mismo y quienes le rodean. Desde siempre, hemos querido ser superiores, no solo frente al sexo opuesto, sino también entre los de nuestra misma condición. El valor de esa absurda competición se nos inculca ya desde pequeñitos: la tabla de multiplicar, el comer verdura para hacerse alto como un pino y el "si un niño te pega pégale tu a él" forma parte de nuestros primeros pasos. Y así nos va. Queremos tener mejor coche, trabajo, piso, novia... entre nuestros colegas, y cuando no lo anunciamos a los cuatro vientos, rivalizamos por la más fútil de las cosas: quien no ha hecho comentarios en un vestuario sobre quien tiene el pene más grande o se ha puesto a mear tras una borrachera y ha lanzado aquello de... "joder macho, no solo meo más lejos sino que tengo más puntería. ¿A que no le das a ese....? Lo curioso, es que nuestros actos solo repercuten en nuestro pequeño círculo. Pero cuando nuestras palabras tienen eco internacional...
Pep Guardiola, ha dicho basta. Se ha plantado. Ha decidido quitarse la máscara (fingida o no) de entrenador educado y ayer respondió a Mourinho. El entrenador del Madrid lleva toda la temporada arremetiendo contra la plantilla blaugrana, los horarios, las supuestas ayudas arbitrales, se ha quejando de que los adversarios del F.C Barcelona se dejan ganar cuando se enfrentan a ellos... Hasta el momento, Guardiola había puesto la otra mejilla pero ayer... ayer... Ahí van algunas de sus declaraciones:
"Nos enfrentamos en el campo. Fuera de él ya nos han vencido. Le regalo su Champions particular. Ahí han ganado durante toda la temporada. No voy a salir con agravios comparativos porque no acabaríamos nunca y no tengo secretarios generales ni gente que me apunte. En esta sala, él es el puto jefe, el puto amo. Y no voy a competir"
"Él me conoce y yo le conozco. Estuvimos cuatro años juntos. Si quiere puede hacer más caso a la prensa de amigos de Florentino y a la central lechera que a la amistad que tenemos. Que haga lo que le plazca"
"A la acusación de la que me hacen... Aquí está la trayectoria. Si dicen que me quejo de los árbitros, pues muy bien, me quejo de los árbitros. Contra esto yo no puedo luchar. Los altavoces son mayores fuera que en casa. Sólo puedo ganar en el juego. Venimos con doce canteranos, contra jugadores como Kaka, Ronaldo, Di María... y venimos a competir".
Poco le faltó para que saliera rubio y con el pelo incandescente en plan superguerrero. Si esto sigue así, quizás mañana, quizás mañana...
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