lunes, 17 de octubre de 2011

Microrelato: El Cruce

 

Cruce de calles. Gran Vía con Balmes. Cruce de vidas. La tuya y la mía. Yo, un simple mortal. Tú, una diosa. Espero que cambie el semáforo para seguir mi ruta matutina repartiendo cartas. Te miro. Acompañas a un hombre de negocios que habla por el manos libres de su Mercedes, sin prestarte atención alguna. Y de repente levantas la vista y se cruzan nuestras miradas. Eres dueña de una belleza y tristeza infinita. Te sonrío mientras te atusas el pelo y en ese momento veo una chispa en tus ojos que implora que te rescaten, que te quieran, que te lleven lejos de ese mundo en el que estás atrapada. Paso frente al coche. Te observo rezando para que lo dejes todo y me dejes convertir esa chispa en un mar de luz. De repente el semáforo cambia a verde y escucho un claxon proveniente del Mercedes. El hombre ha dejado de hablar por el manos libres y mientras levanta la ventanilla empieza a gritar:

- Gilipollas, sal de en medio

Me aparto y soy consciente de que nuestro instante se ha roto. Tu mirada opaca mira sin ver mientras el coche avanza. Te alejas...
senovi.
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