sábado, 25 de junio de 2011

El Relato de Junio: Un Culito Perfecto


Me encantan los culos. Es impepinable. Hay quien tiene amor por los pies o se deja seducir por un buen par de tetas. Yo soy culero. Los adoro. Con forma de pera o sandia. Prietos. Flácidos. Juveniles o de puretas tigresas. En mis ratos libres los analizo, persigo, exploro... Hay momentos del día que son realmente fructíferos, en los que como un atardecer, veo el culo perfecto y pienso: Hoy me puedo morir en paz. Hay otros, que aunque no tan redondos, si que colman mi deseo, como el espectáculo de las cinco. A las cinco de la tarde, me acerco a un colegio de primaria cercano a mi casa en el que decenas de mamás se agolpan en la entrada a esperar a sus pequeños. Diez minutos más tarde, aproximadamente, se abren las puertas del centro y los niños salen como posesos. Ese es el segundo de oro, como yo lo llamo. Todas las mamás se apresuran a levantar los brazos para que sus hijos los vean y es ahí cuando empieza la función. Tangas que sobresalen de los jeans, algún culito prieto que esconde un tatuaje salvaje de juventud e incluso -y ahora más que nunca- bragas de encaje de madurita peleona. ¡Qué morbo! ¿no es verdad?. Pero hoy es domingo, no hay cole, y aquí estoy, en el metro, buscando el culo perfecto del día. ¿Será este? ¡Vaya asiática! ¡De toma pan y moja! Pero culito plano, que lástima... ¿Y este?... Joder, que va, que va, esta está tan gorda que cuando se sienta se le tiene que escapar el trasero por los dos lados de la silla. ¿Y este? Este me parece que si, tenemos un ganador, señoras y señores... parece que se baja en mi parada. Perfecto. Le haré el truco de la escalera mecánica. Mierda, se va hacia el ascensor. Hay mucha gente. Da media vuelta. Eso es. Eso es. Avanza hacia las escaleras mecánicas, es mi oportunidad. Tendré que adelantar al criajo este. Si. Ahora si. Justo detrás suyo. Espero un escalón, otro más... este es el mio. Dos por encima mio y e voilá. Su culo frente a mi cara. En todo su esplendor. Parece que me esté hablando...

- Tócame, cariño, no te arrepentirás

Claro que si, faltaría más. Le haré la técnica del que se cae. Mierda, que llegamos arriba. Pues nada, tendrá que ser a saco. Ese culito no se puede ir pasando hambre. ¡Allá voy! Mierda, se gira...

- ¿Andrés?
- ¿Mamá?
senovi.

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